Lo que ganes con tus manos, eso comerás;
gozarás de dicha y prosperidad.
En el seno de tu hogar,
tu esposa será como vid llena de uvas;
alrededor de tu mesa,
tus hijos serán como vástagos de olivo.
Tales son las bendiciones
de los que temen al Señor.
Salmo 128
Para un estudio posterior: Salmo 119:1-8
Lectura nocturna: Lucas 17
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